Este peón de rancho acaba de volver de una larga cabalgada, ¡sólo para entrar en el corral donde se monta al mozo de cuadra! Las largas noches en el camino le ponían jodidamente cachondo, pero se lo tomó con calma para poder durar en su culo antes de ver cómo el mozo de cuadra se masturbaba y se corría en su estómago.